Grupo Medina, con sede central en Leganés (Madrid) y especialista en carne de vacuno, ha catapultado su negocio en el último año debido a la adquisición de la planta de Buñol (Valencia) que era propiedad de Martínez Loriente y que supuso el inicio del suministro de carne de vacuno para Mercadona. Asimismo, esta operación, que se ejecutó en el último trimestre de 2016, implicó un mayor volumen de producción para el resto de su cartera de clientes.

Durante el pasado 2017 el grupo obtuvo unos ingresos de 390 M€, lo que supone triplicar los 125 M que había alcanzado en el año anterior. De la cifra del último curso, un 50% proviene del canal distribución, mientras que el resto se reparte entre fabricantes de elaborados y food service, tanto en el mercado español como exterior.

El incremento de la facturación se ha debido tanto a un ascenso de la producción, que pasó de las 30.000 t de 2016 a las 75.000 t del último año, como a un avance en el catálogo de los productos de alto valor añadido, que se dirigen a distribución y horeca. Precisamente dentro del volumen del último año se incluyen 8.000 t de carpaccios, marinados, hamburguesas y picadas, productos, que hasta hace algo más de un año o no estaban en su catálogo o tenían un menor peso. Asimismo, se mantiene el fuerte crecimiento en carne de vacuno fresco en bandejas y porcionado al vacío, formatos en los que comercializó 19.000 t.

Para entender el importante salto que ha dado Grupo Medina en los últimos cinco años hay que tener en cuenta que la empresa en 2014, cuando vertebraba toda su actividad a través de Suministros Medina, alcanzó ventas de 60 M€ con un volumen de 16.000 t, de manera que en apenas un lustro se han multiplicado por seis los ingresos y por cuatro los volúmenes comerciales.

Reestructuración productiva

Dentro de esta nueva andadura la compañía ha realizado una reestructuración de sus operaciones entre sus tres plantas, que aglutinan 70.000 m2 de superficie construida. En la de Montellós (A Coruña) se centra en realizar sacrificio de ternera y vaca, mientras que en Leganés desarrolla despiece de vacuno, corte y envasado, además de tener almacén frigorífico y centro logístico. Por último, en Buñol, nave gestionada por la filial Elaborados Cárnicos Medina, realiza, aparte de sacrificio, el procesado de añojo, independientemente del cliente al que se dirija. En total, en 2017 procesó 230.000 cabezas desde la granja hasta el producto final.

Además, el grupo está desarrollando inversiones para continuar con sus crecimientos. En Buñol ha destinado una inversión de 22 M€ que se ha dirigido a una ampliación de 6.000 m2 para introducir las labores de porcionado y fabricación de elaborados de vacuno, que antes de la venta de las unidades de negocio de Martínez Loriente se realizaban en otras plantas. Tras la ampliación, en Buñol cuenta con 48.000 m2. Ya en 2018 está dirigiendo un total de 5 M€ para robotización y tecnología en todos sus centros, aunque ha tenido un mayor protagonismo la partida a la planta valenciana.